Cada historia felicidad es personal.
Trabajo personal, recordando, alucinado, la técnica del puntillísmo (o del pájaro furioso... le digo así por los picotones al papel). Mitad análogo, mitad digital.
* Sé que no soy el único ilustrador que tiene una fijación con los conejos... y no sé por qué será, pero es así.
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